(By Quique, antiguo miembro de la banda Skatalà)
"Don't forget your history
Know your destiny
In the abundance of water
The fool is thirsty ..."
"No olvideis vuestra historia
Conoced vuestro destino
Ante la abundancia de agua
El tonto tiene sed..."
(Bob Marley - Rat Race)
No sé como me atrevo a escribir esto. Supongo que el hecho de haber abandonado a Skatalà me da fuerzas para ello porque ahora, por lo menos, tengo la seguridad de que mis palabras no volverán a perjudicar la trayectoria a de la que fue mi banda hasta hace poco. Hablar de política es algo que siempre enciende pasiones, algunas meditadas, otras absolutamente descerebradas, pero en general es difícil que alguien tenga una actitud absolutamente pasiva al respecto. Y ello se desborda durante la adolescencia y la juventud y en muchos casos, no parece calmarse con la madurez. Que nadie se frote las manos, porque no tengo la más mínima intención de hacer una declaración pública. Quién esté interesado en eso, sencillamente se ha equivocado de lectura y en estos momentos debería estar ojeando los suculentos reportajes acerca de la muerte de Lady Di en cualquier revista del corazón. Ese es su lugar y no éste. A quién le preocupe la actualidad del movimiento skinhead y la triste situación por la que estáça atravesando, tal vez le interese seguir leyendo y quizás pueda ayudarme a comprender tantas cosas que, desde mi desafortunada situación, se me escapan absolutamente.
Cuentan los viejos skinheads del 69, y supongo que esos si que deberían ser los auténticos aunque ni fueran estandartes del comunismo por un lado ni se dedicasen a escuchar bakalao en el otro extremo, que para ellos ser skinheads era "a way of life" (una forma de vida) y esa vida consistía en sentirse parte del movimiento musical (si, habéis leído MUSICAL, y no lo siento si eso os jode porque entonces ¿qué hacéis leyendo un zine que se llama "NEVER'AD NOTHING"?) que huía del amaneramiento en el que habían caído los mods y que exaltaba los valores más tradicionales de la clase obrera inglesa: amistad, cerveza, fútbol, rebeldía. Por eso les jodía que la música que escuchaban sus hermanos mayores se hubiera convertido en pasto de las discográficas transformando al rythm and blues más salvaje en el flower pop más meloso y comercial.
Y de ahí que buscasen en las salas de baile de sus East End particulares otros sonidos que les permitiesen bailar como locos y olvidar sus jodidas vidas de jóvenes parados. Y eso lo encontraron en la música que escuchaban los chavales negros de su misma edad que habían emigrado o eran hijos de emigrantes de Jamaica: ska. Tal fue la sintonía entre esos rude boys y los skins que acudían a sus salas que ambos llegaron a utilizar elementos de la indumentaria de los otros y no tan sólo compartían los mismos gustos musicales sino que eran capaces de juntarse para pelearse (y dicen pelearse, no matarse a cuchilladas o romperse la cabeza con bates de béisbol) contra los pakis (pakistanies en jerga despectiva inglesa) a los que acusaban de odiar todo aquello que oliera a inglés. Y no eran putos blancos atacando. No existía el odio racial en esos enfrentamientos. Eran blancos y negros juntos y unidos por intereses y gustos comunes peleándose contra aquellos que más les jodían y criticaban sin tener nada que ver el color de la piel entre unos y otros. Entre tanto, dicen que sus mayores preocupaciones eran conseguir la pasta para comprarse el último single de la Trojan o Ojo, pillarse un par de Martins (no otro par, sino uno, el primero y el único que muchos tuvieron), acudir al estadio a animar a su equipo o el mayor de sus sueños: ahorrar durante meses para hacerse un elegante traje para los días de fiesta. En resumen: música, jerga, estilo, fútbol, unas cuantas peleas y todo el sexo posible.
Llegados a este punto "¿Y éste nos suelta todo este puto rollo para no hablar ni una sola palabra de política?". Exacto, este es el meollo de la cuestión. Estos tipos, que fueron los únicos y auténticos creadores del movimiento skinhead a finales de los 60, eran simplemente unos gamberros rebeldes y amantes de la música jamaicana y no tenían ni tiempo ni ningunas ganas de gastar sus pocos días de juerga en absurdas adquisiciones políticas entre ellos. No es que fueran imbéciles y no les afectara la situación en la que vivían, sencillamente no anteponían la política por encima de los intereses del movimiento del que formaban parte y del cual estaban tan orgullosos. No eran "apolíticos". la indiferencia y al pasividad por los problemas acuciantes de la sociedad nunca caracterizó la actitud de los primeros skinheads. Sabían muy bien quienes eran sus enemigos en ese aspecto: los propios políticos con sus falsas promesas y sus estúpidas mentiras. Sabían también que no eran solamente sus enemigos sino que lo eran de todos los jóvenes como ellos y de la clase trabajadora en general. Y esos tipos debían de ser unos visionarios porque el tiempo les ha dado la razón.
¿Cuándo algún grupo, tendencia o siquiera un solo individuo de la clase política ha hecho algo a favor de los skinheads? En casi treinta años de historia de este fenómeno dudo que alguien pueda dar una sola muestra de apoyo de los políticos en defensa del movimiento skinhead. De hecho, los políticos siempre han considerado a los skins (fueran de la tendencia que fueran) como la escoria de la sociedad y eso les ha ido a la mil maravillas para distraer la atención de sus votantes sobre los infinitos de sus votantes chanchullos y atropellados que ellos dedicaban a cometer. Los políticos solamente se han fijado en los skinheads para desacreditarlos o para utilizarlos como carne de cañón en sus fechorías y así mantener sus manos limpias.
Los que no lo vivieron y se reinventan la historia para adaptarla a sus necesidades actuales suelen decir que la irrupción de la política en el movimiento surgió a raíz de la aparición de Sham 69 y las posteriores bandas de Oi! que siguieron su estela. Nada más lejos de la realidad no se puede culpar a los Sham de semejante falacia. ¿Es que nadie recuerda o ha oído hablar de cómo Pursey solía acabar llorando de rabia en sus conciertos por la maldita utilización política que se hacía de ellos? Esa fue precisamente la razón que le llevó a deshacer la banda. Tampoco fueron los grupos de Oi! que les siguieron los que provocaron tal situación. Sólo hay que escuchar a los Cockney Rejects en "Oi! Oi! Oi!" gritando: "Never listen to the politicans, they'll lead you astray" (Jamás escuchéis a los políticos, ellos os conducirán por el camino equivocado) para comprender su auténtico mensaje. Escuchad las palabras de Angelic Upstarts en "Mr.Politican" o la feroz crítica que hacen los Business contra esos "niñatos de la clase media que juegan a ser rojos" en su "Suburban Rebels". No es mi jodida opinión, ni tan sólo una sucia manipulación de la historia: os guste o no, son las letras que coreáis sin ningún rubor a la menor ocasión. Ni siquiera fueron culpables los primerizos Skrewdriver, quienes, antes de convertirse a esa bazofia del "white power", editaron un LP en 1979 en el que se podían oír canciones como "Government action" y en el cual incluían a modo de presentación la frase de la intro del "Skinhead Moonstomp" de Symarip: "I want you all the skinheads, to get up of your seats, put you braces ogether and your boots on your feet and give some that old moonstomping" (Quiero que todos los skinheads os levantéis de vuestras sillas, os pongaís vustros tiranes juntos y vuestras botas en vuestros pies y me enseñéis algo de ese viejo baile). Paradójico, eh!. En realidad, fue la utilización de los skinheads que realizaron el National Front y el British Movement a finales de los 70 y principios de los 80 los que marcó el inicio de la decadencia en la cohesión del movimiento. Estos partidos acudían a los campos de fútbol a reclutar seguidores entre los skinheads porque sabían que estos chavales eran unos auténticos defensores de su lugar de nacimiento y además no tenían miedo de nadie y no les costó demasiado engañarlos con falsas historias que les prometían el cielo y la luna si repartían algunas hostias y saludaban con el brazo en alto. Conozco casos de skins de los 80 a los cuales ciertos periodistas loes pagaban bonitas sumas de dinero para dejarse fotografiar saludando de la manera fascista. Mi punto de vista particular dista mucho de esa frase que dice que "todo tiene un precio" pero, lamentablemente, parece ser muchos de esos jóvenes sabían que los iban a tachar de nazis de todas formas y no podían permitirse el lujo de renunciar a sacarse una pasta aunque eso fuera en determinación de su ya de por sí maltrecha imagen. Y ¿quién de nosotros, con el lamentable espectáculo que estamos ofreciendo actualmente, se atreve a reprochárselo? Esta era la puta y jodida miseria de la sociedad en que vivían. Desde entonces, este fenómeno se ha convertido en una bola de nieve que, lejos de disminuir, cada día se hace más grande, creando divisiones prácticamente insalvables entre los que hoy en día se autoconsideran skinheads.
Ni siquiera la aparición de SHARP a finales de los ochenta ha conseguido que la escena mejorase en ese aspecto y no porque no solo intentaran. De hecho, SHARP fue fundada como una postura sin organización, sin líderes ni ideología del auténtico sentimiento anti racista de los skinheads. Fue un intento de limpiar el maltrecho nombre de un movimiento que gentuza como "Blood and Honour" o "White Noise" habían dejado a la altura del betún. Jamás he pertenecido a ninguna ramificaciones divulgado eslogan a favor de SHARP porque todavía soy uno de esos ingenuos que, después de casi veinte años ejerciendo de skinhead, todavía no comprende como alguien que gasta casi todo su dinero en discos de música jamaicana (como ya hacían aquellos tipos que en el 69 tomaron su nombre del corte de pelo que lucían sus colegase negros, tenga que explicarle a nadie que él no es un jodido racista de mierda. Pero, a pesar de eso, reconozco las buenas intenciones de sus orígenes. Resulta paradójico recordar ahora que el eslogan inicial de SHARP no fue otro que "NEITHER RED NOR FASCIST.. JUST PURE SKINHEAD" (Ni rojo, ni fascista ... tan sólo puro skinhead). Y resulta paradójico, digo, por la manipulación posterior de esa idea inicial. Actualmente nadie se acuerda de ese eslogan y los que lo recuerdan lo niegan como si se tratara de la peste. Hemos llegado a un extremo en el que cualquiera que quiera parecerse a un skin se monta su propia sección SHARP y la orienta ideológicamente como le viene en gana. Incluso han aparecido recientemente versiones descaradamente politizadas reinventando la idea original bajo las siglas de RASH ¿Rojos y anarquistas? ¿Estamos ante una nueva "Semana Trágica"? ¿No son los anarquistas por definición contrarios al Estado y a cualquier forma de autoridad que limite su libertad? ¿No propugnaban hasta ahora los comunistas la dictadura del proletariado? ¿Van ahora cogidos de la mano y resulta, según ellos, que son los herederos auténticos de los skinheads auténticos de los skinheads originales ¿Acaso en 1969 aparecieron los primeros skinheads como discípulos acérrimos de Bakunin? Dedicaban sus tardes a la lectura de "La conquista del pan" de Kröpotkin? ¿Son estos nuevos skins anarquistas seguidores de las doctrinas pedagógicas librepensadoras de Frances Ferre i Guàrdia? Son demasiadas preguntas sin respuesta y, por desgracia, muchos de los implicados ni siquiera deben saber de que coño les estoy hablando!
Que nadie se lleve un engaño. No voy ahora, para compensar la balanza, a empezar a cagarme y a criticar a todos los putos fascistas que se han disfrazado de skinheads durante estos últimos años. Estoy harto de eso. Me niego a reconocer un ápice de similitud entre esos energúmenos racistas y los skinheads. Ya ni siquiera tratan de vestirse como nosotros, ni escuchan la misma música, ni frecuentan los mismos sitios si exceptuamos los estadios de fútbol. Además, si está leyendo este fanzine es que no eres uno de ellos así que para qué perder el tiempo. Cada uno sabe lo que tiene que hacer contra esa mierda de gentuza y en mi caso ya me ha costado más de veinte puntos en la cabeza y supongo que todavía me sotará algunos más. Directamente, no les demos más cancha y acabemos con ellos.
¿Por qué paso tanto de los fachas y en cambio me preocupa la actitud de los skins de ideología izquierdista? Pues precisamente porque la izquierda siempre se ha caracterizado por una mayor tolerancia, permisividad, solidaridad y deseo de libertad en contraposición con la negativa discriminación, odio racial y social, xenofobia, totalitarismo e imposición de ideas de los fascistas. Pero eso no justifica en absoluto el hecho de claudicar de los intereses originales del movimiento en pos de una ideología concreta que defienda una manera de gobernar determinada. Eso, os guste o no, no forma parte del espíritu skinhead. Y no porque lo diga yo sino porque no se encuentra en su idea funcional. No estoy defendiendo el "acolitémosme", ya lo he dejado claro anteriormente. Apolítico significa ajeno a la política y los skinheads no pueden ni deben ser ajenos a la política. Muchos skinheads están en paro, no pueden pagarse una vivienda digna ni comprarse un mísero disco y ningún político del mundo hace nada para ayudarles. Así que ¿por qué hacerles caso y promulgar unas ideologías que sólo pretenden ponerlos en el poder perpetuarlos hasta que la corrupción les pudra en sus poltronas? Los primeros skinheads no eran apolíticos en absoluto. Odiaban a muerte a todo lo que oliera a política y eso no puede llamarse ser apolítico. No existía la idea del pasotismo, de la indiferencia, de la comodidad, de la falta de compromiso. No escondían la cabeza debajo del ala como hacen los avestruces cuando se asustan. Los skinheads siempre han alardeado de su valentía y de su orgullo y no podían permitirse el lujo de ser apolíticos. Esas posturas son más dignas de las amas de casa indiferentes y vacías de ideas que de los skinheads. Con el aspecto y la vestimenta que ellos mismos escogieron estaban gritando al mundo su pertenencia a la clase trabajadora más puteada y eso acojona muchísimo a los políticos. Además los skinheads han hecho infinitamente más favores para el entendimiento y unidad entre las diferentes razas que lo que han hecho juntas todas las organizaciones gubernamentales o no del mundo. No, los skinheads no deberían apoyar a los políticos. Por lo menos, por el respeto a los ideales que iniciaron todo este movimiento. Y mucho menos porque ellos mismos son las víctimas expiatorias de la política. No pueden pasar de la política porque la política les está jodiendo la vida y muchos me temo que si algún día el movimiento skinhead llega a desaparecer será precisamente por culpa de la influencia nefasta que la política está causando en la mayoría de sus miembros. Existen ya un montón de ex skinheads debido a este motivo y muchas bandas se han disuelto, incluso en nuestras tierras, por culpa de esa involucración en el sucio mundillo de la política de una parte de la audiencia o de alguno de sus componentes.
Y no os penséis que los "skinheads nazis" se pelean actualmente con "skinheads comunistas" por los argumentos de sus teóricas y respectivas ideologías. No defienden las pasiones pangermánicas de Hitler ni el supuesto contubernio judío que el cabo austríaco denunciaba en su "mein Kamf" frente a las teorías económicas y políticas fundadas en el materialismo dialéctico que Karl Marx elaboró en "Her Kapital". No se pelean por la "solución final" de esterminio del pueblo judío en las cámaras de gas propuesta por Dr. Gobbels ni por las matanzas de miembros de la vieja guardia bolchevique que llevaron a cabo Stalin después de exiliar a Trostki. No, ahora discuten por la puta imagen (cruces célticas contra camisetas del Che), los jodidos gritos ("Sieg Heil" contra "Gora E.T.A. Militarra" y las estúpidas poses (brazos tiesos contra puños en alto). Esa superficialidad es la que irrita porque se ha llegado a un punto en que los skins se pelean entre los que supuestamente defienden ninguna es absoluto e incluso se hostian entre gente que, en teoría debería defender ideologías similares. Todo depende de la etiqueta que lleven. Y lo más lamentable es que antes estas etiquetas nos las ponía la prensa, pero ahora son muchos los skins que se las colocan el mismo día que deciden hacerse skinheads. Por desgracia (o por suerte, según se mire) en la inmensa mayoría de los casos, esos individuos duran tanto en el movimiento como el tiempo que tarda en crecerles el cabello. Duran tan poco porque no hay base ni existe un asentamiento del sentir original del movimiento. Antes los skinheads discutían sobre las jugadas de sus equipos del alma o sobre si las producciones de Clement Dodd eran mejores que las de Duke Reid. Pero ¿Cómo van a discutir sobre "Coxsone" o "The Trojan" si ni siquiera conocen Studio One o Treasure Isle, sus respectivas compañias discograficas? Y es aquí donde viene a cuento la estrofa del "Rat Race" de Bob Marley que apuntaba al principio ¿Cómo vamos a disfrutar nuestro presente y a preparar nuestro futuro como skinheads si ignoramos y, en muchos casos despreciamos, nuestro pasado? ¿Créeis que ya lo sabéis todo y que no hay nada por aprender? Tomemos una pequeña parte de la inmensa historia de la música jamaicana: el skinhead reggae. Así se llamaba el sonido elaborado por los artistas jamaicanos en los estudios londinenses de finales de los 60 y principios de los 70, debido a la gran cantidad de skinheads que consumían dichos discos junto a las comunidades emigrantes de jamaicanos, por supuesto. Pues bien, yo mismo quedé sorprendido hace dos años cuando vi publicado el libro "Boss Sounds-Classic Skinhead Reggae" de Marc Griffiths. Un libro entero, escrito por un skinhead y hablando de un estilo determinado de reggae ¿De verdad os creéis que ya no hay nada que aprender?
No es que yo sea un tipo nostálgico de tiempos pasados. De hecho no puedo serlo ya que, aunque yo ya había nacido en el 69, tan sólo tenía 10 años y en Barcelona me imagino que ni siquiera la sección de sucesos de prensa hablaba de los skinheads británicos. Pero me rebelo cada día ante la idea que alguien decida una mañana formar parte de un movimiento con tanta historia porque le atrae la vestimenta y como no le gusta o ni siquiera tiene la más puñetera idea del sentimiento que representa ser skinhead, pues lo interpreta a su manera o sencillamente se lo inventa y ya está! Lo siento pero esto no se aguanta con ningún argumento. Yo me vi metido en la escena skinhead a principios de 1980 y lo hice en primer lugar por la música y en segundo por la imagen y el estilo que demostraban al vestir. Es cierto que al principio estaba lleno de dudas y que me equivoqué en muchas ocasiones, seguro. Pero resultaba tan difícil conseguir cualquier información y no hablemos ya de ropa o discos que uno tenía que realizar auténticas proezas para mantenerse al día en ese sentido. Quizás eso me ayudó a interesarme más profundamente por el movimiento y por sus orígenes y su finalidad. Ya sé que actualmente uno puede raparse la cabeza, entrar en cualquier tienda de ropa y salir de pies a cabeza con el equipo del perfecto skinhead. Pero eso no es una jodida excusa para se un ignorante. Precisamente por la facilidad que hay actualmente. Del mismo modo que uno se compra 10 Fred Perrys y se cree el más guapo, también tiene acceso a un montón de libros que hablan de lo que representa ser un skinhead y en cualquier tienda de discos se puede encontrar suficientes referencias de ska, rocksteady, sou y Oi! para montarse una discografía más que interesante. Además siempre queda un recurso tan sencillo cómo es fijarse en la actitud de aquellos que llevan un montón de años en el movimiento. Alguno pensaran que esos son unos viejos acabados y que ya no tienen nada que aportar. Se equivocan porque precisamente los skins que lo son desde hace diez y más años han hecho suya la idea del "a way of life". No han abandonado la imagen ni la actitud al cabo de unos meses porque no entraron en esto por cuestión de modas. Más bien al contrario, sabían lo que significaba eso y lo han llevado hasta las máximas consecuencias. Hasta el punto de que muchos ya pasan de los 30 y todavía siguen igual. Casi nunca veréis que ellos pierdan su precioso tiempo en peleas políticas entre ellos. No se dedican a eso. Han crecido y han madurado y siguen siendo skins y como tales los podéis encontrar detrás del mostrador de sus tiendas de discos, cantando en bandas de ska, proveyendo instrumentos y equipos a dichas bandas, editando los mejores skinzines del estado y de Europa o distribuyendo toda esa ropa que tanto nos gusta. Incluso hay alguno con una involucración tan fuerte en el movimiento independentista que ha llegado a costarle una larga condena penitenciaria. Pero ni siquiera a ese le he oído jamás defender su postura cómo skinhead ni decir que está en el movimiento por su relación con la política. No penséis que estoy defendiendo a mis amigos de andaduras. Es cierto que congenio con alguno pero también es de sobras conocido que alguno de ellos ni siquiera se digna a dirigirme la palabra y con otros no he salido por ahí en mi vida. Pero los conozco y sé que no van anteponiendo sus visiones particulares frente al espíritu original del movimiento. Y eso es porque han asimilado lo que significa una forma de vida. Y una forma de vida no es algo que pueda durar unos meses o unos pocos años a no ser que uno tenga una desgracia personal.
En fin, sé que mi opinión no va a servir para nada pero me queda el consuelo de pensar que tal vez alguno (quizás solamente uno) reflexione con las palabras de la canción de Bob Marley que encabezan este artículo. A mí, casi seguro, sólo me va a servir para hacerme perder las pocas simpatías de las que todavía gozo. Pero me sentía demasiado tentado por algunos y casi obligado por otros a ofrecer una visión desde la jodida experiencia de mis casi 20 años como skinhead. Y si de alguna mierda me sirve ahora tener 38 tacos y seguir ejerciendo como skinhead hasta la médula es para saber que la mayoría de los que me van a criticar por este artículo ya no se acordarán dentro de dos meses de que un día fueron skinheads como, de hecho, ya no se acuerdan los que fueron aquellos que me criticaban por lo mismo hace tan sólo dos meses.
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